Hábitos orales en el bebé

¡Hola a todos de nuevo! Últimamente nos estáis preguntando mucho sobre cómo podéis empezar a crear hábitos orales en vuestro bebé, y esto nos alegra enormemente ya que es necesario empezar a adoptar hábitos saludables en nuestros hijos tan pronto como sea posible. ¡Allá vamos con unos cuantos consejos!

¿POR QUÉ LOS BEBES NECESITAN EL CHUPETE?

Desde su nacimiento, el bebé tiene desarrollado el reflejo innato de succión, que es el que permite le alimentarse. Además, durante los primeros meses de vida, utiliza la boca para explorar su entorno y conocerlo. Y, aunque a veces no nos parezca bien que se lleve todo a la boca, es totalmente normal durante un tiempo definido.

Pero cuando este reflejo de succión se mantiene a lo largo del tiempo, más allá de lo razonable, puede tener efectos nocivos en el desarrollo de las estructuras bucales del bebé, que deberemos solucionar cuanto antes. A este tipo de succión la llamamos no nutritiva, y los más frecuentes a esta edad son el uso prolongado del chupete y la succión digital.

¿Cómo lo haremos? A través de una serie de consejos que os ayudarán a marcar el camino adecuado a seguir en el caso de que no quieran prescindir del chupete.

¿CÓMO GARANTIZAR UN USO ADECUADO DEL CHUPETE?

A la hora de elegir el chupete, conviene que busquemos el que ofrezca la máxima seguridad y se adecúe en tamaño a las necesidades del bebé. Hay que utilizar chupetes adaptados a la morfología de la boca del bebé, con tetinas anatómicas o fisiológicas y que cumplan las normas de seguridad, tanto en la tetina como en el escudo.

CUÁNDO USARLO:

  • No usarlo como sustituto de comidas o retrasar las comidas. Ofrecerlo únicamente entre comidas o después de ellas.
  • No debemos recurrir al chupete cada vez que el niño llore.
  • Nunca mojar el chupete en miel u otra sustancia dulce antes de dárselo al niño, ya que puede favorecer la aparición de la caries temprana.

CÓMO LAVARLO:

  • Un chupete sucio constituye un foco de infecciones. Para eliminar los gérmenes, es imprescindible esterilizarlo y lavarlo a menudo. Nunca limpiar el chupete con nuestra propia saliva, o metiéndolo en la boca antes de dárselo al niño, ya que esta acción transmite gérmenes de la boca del adulto a la del niño.

CUÁNDO QUITÁRSELO:

  • En general, deberíamos replantearnos retirar el chupete cuando el niño cumple su primer año de vida. Aquí debe ser cuando se vaya perdiendo progresivamente el hábito, procurando no pasar de los dos años de edad para evitar la aparición de problemas en el crecimiento y en el desarrollo de las arcadas dentarias.

Es cierto que no en todos los niños se pueden llegar a producir deformaciones cuando el chupete permanece más tiempo, pero en aquellos niños con determinados patrones de crecimiento craneofacial, una gran intensidad de la succión y largos periodos diarios, el riesgo de producir deformaciones es alto.

EXPERIENCIAS DE PACIENTES

En algunos casos, los padres nos transmitís la dificultad que os encontráis a la hora de retirar el chupete, por ello queremos compartir con vosotros una serie de ‘consejitos’ para hacéroslo más fácil.

CONSEJOS:

Se debe buscar el momento perfecto, aunque parezca imposible.  Sobre todo, debéis hacer la transición de la forma más natural posible, intentando que el momento no coincida con acontecimientos importantes, como una enfermedad, empezar la guardería, tener un hermanito, etc. Poco a poco, el niño irá comprendiendo que la retirada del chupete forma parte de un grupo de cambios que forman parte del crecer y hacerse mayor (como el abandono del biberón, pasar de la cuna a la cama, ir retirando el pañal, etc.)

¡Pero OJO! A la hora de decidir eliminar por completo el chupete, los papás deben vigilar que el niño no lo sustituya por el dedo. Si esto se produce, es mucho mejor dejar el chupete que se adquiera el hábito de succión digital, ya que el dedo es mucho más difícil de eliminar a la larga.

¿QUÉ DEFORMACIONES PUEDEN APARECER CON EL USO DEL CHUPETE?

Pueden aparecer deformaciones en los tres planos del espacio bucodental (largo, ancho y alto):

- Los incisivos se adelantan y también pueden hacerlo la premaxilar, que es la zona más anterior del hueso maxilar.

- La anchura del maxilar se reduce y se produce un paladar comprimido u ojival. También se puede originar un crecimiento asimétrico de la anchura de los huesos del maxilar, produciendo lo que conocemos como una mordida cruzada posterior.

- Una disminución o inhibición del crecimiento vertical de los dientes anteriores que es lo más llamativo para los padres, que se denomina mordida abierta.  Se aprecia, como que los dientes no casan los de arriba con los de abajo, apreciando como un agujero entre ellos.

Además, también pueden aparecer alteraciones de los tejidos blandos, como labios con falta de tonicidad muscular o lengua que permanece baja y persistiendo la deglución infantil. En ambos casos, se trata de alteraciones que, a su vez, pueden mantener en el tiempo o agravar dichas deformaciones.

Entre las deformaciones que produce el chupete o la succión digital existen variaciones. Pero las dos van a depender del patrón de crecimiento del niño, la intensidad, duración y frecuencia del hábito de succión y la edad de interrupción de este. Sin embargo, la forma de la deformación va a cambiar en función de la cantidad de dedos que utilice el niño o la forma de colocarlos en la boca.

Se suelen encontrar deformaciones similares a las del chupete, pero de mayor intensidad. Por ejemplo, si el niño a la vez que se chupa el dedo tracciona la mandíbula hacia delante, va a ser un estímulo para que haya un crecimiento desproporcionado y tienda a originar un prognatismo o mandíbula adelantada. En la siguiente imagen os mostramos una mordida cruzada dental de un paciente que, si no se hubiese tratado pronto, podría haber llegado a perder el diente inferior por un trauma repetido al masticar, comer o hablar. Como podéis ver, a los 6 meses de tratamiento conseguimos corregir la mordida cruzada; al año, el diente inferior ya había recuperado su encía y hueso y, a los dos años, presenta un estado perfecto

¿HAY ALGUNA RAZÓN POR LA QUE HAYA UNA MAYOR UTILIZACIÓN DEL CHUPETE EN UN NIÑO ?

En general, la utilización del chupete va a depender de cada niño. Hay casos de niños que apenas han querido el chupete desde su nacimiento y otros que no han dejado apenas de usarlo.

Normalmente, siempre se ha relacionado una mayor utilización del chupete con la lactancia artificial. Se dice que el niño que es alimentado con biberón tiene más necesidad de usar el chupete que el que tiene una lactancia natural. Esto se atribuye a que, al obtener la leche desde el biberón, el niño no realiza esfuerzo muscular y no satisface la necesidad de succionar, propio de esta etapa. 

¿QUÉ PODEMOS HACER SI EL HÁBITO PERSISTE?

Muchos niños dejan de succionar por sí mismos, pero otros necesitan la ayuda de sus padres o del odontopediatra. En ambos casos, la desaparición del hábito tiene que producirse antes de los 3 años, aunque esto puede resultar realmente difícil por la posibilidad de llevarse el dedo a la boca.

En caso de que no se consiga antes de esta edad, recomendamos hacerlo cuando el niño pueda comprender lo que se le dice respecto a los efectos negativos del hábito de succión, que suele ser en torno a los 4 -5 años. En ese caso, debemos explicar los efectos nocivos de la acción y animar a que deje el hábito. Esto es algo que hacemos comúnmente los odontopediatras con el apoyo de los padres y resulta muy efectivo y suele ser suficiente para que la gran mayoría de los niños dejen el hábito.

A veces, nos podemos ayudar de la utilización de aparatos para reeducar estos hábitos y mejorar la situación de la boca. Son aparatos sencillos de usar, y a pesar de la edad precoz del niño, tienen un elevado éxito cuando hay una colaboración por parte, tanto de los padres como del niño. Para que tengan éxito, el niño tiene que manifestar la voluntad de cesar el habito, mientras no haya una colaboración real por parte del niño, poco podemos conseguir.

Pero, ¿qué pasa si ya he probado todo y no hay manera? En ese caso, será necesario recurrir a la utilización de aparatos de ortodoncia en el futuro, para subsanar las alteraciones causadas, cuyo momento de inicio será indicado por el odontopediatra o el ortodoncista.

 

¡Nos leemos pronto!

 

Clínica dental Boquicas